Pequeños hitos que se están dando a lo largo de los años, están consagrando grandes actos a los que debemos prestar atención. En el mundo de la programación y las nuevas tecnologías siguen surgiendo nuevos movimientos y acciones alzando la voz y la atención, y lo están consiguiendo.
En Estados Unidos, encontramos a la Fundación Code.org apoyada por celebridades como Obama, Mark Zuckerberg o Bill Gates entre otros, y que fomenta el aprendizaje del código de la computación en los colegios americanos. Por otro lado, este año, en la feria Bett, la más importante del mundo de la tecnología y la educación, se ha consagrado la programación como la nueva herramienta del futuro.
Por qué no pasar de ser un consumidor más ¿a ser un auténtico creador en la Red?
En nuestro país ya se alzan las voces que claman una mayor atención a esta materia. Según afirma Lourdes Barroso, la presidenta de AulaBlog, aprender a programar no tiene como objetivo principal ser un genio o ganar un Premio Nobel: “Programar implica definir un problema, estructurar información y seguir una estrategia para resolverlo”.
Este pensamiento ya comienza a introducirse en los colegios españoles, un ejemplo de ello es Antonio Ruiz, profesor del colegio Miguel de Cervantes en Madrid y que utiliza el lenguaje de programación de Scratch puesto que tiene una orientación constructivista.
Ángeles Argauz, formadora del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado (INTEF), mantiene que las TIC están entrando aún en el modo de difusión, donde se generan recursos y se enseñan pero ¿y la fase en la que se producen estos mismos? Y afirma que “Una vía para lograrlo, y para transformar la manera de enseñar y de aprender, es la programación y así promover el desarrollo del pensamiento computacional desde edades tempranas”.
Jorge Moreno, compañero de Ángeles Argauz y cofundador de la comunidad Programamos, añade y refuta un pensamiento generalizado por muchos profesores y especialistas en TIC educativas: “Si se hace la típica asignatura de aprender a programar será como la clase de informática que se ha dado toda la vida. Y no es eso. Es aprender procesos de lógica, creatividad, pensamiento crítico”.
Según remacha, “Más que aprender a programar, se trata de programar para aprender, para trabajar distintas disciplinas y competencia (…)hay estudios que demuestran que los niños familiarizados con la programación desde pequeños después son mejores en matemáticas, y, en general, en la resolución de problemas, y tienen menos estereotipos de género respecto a las carrera científicas“.
Para leer el artículo entero de El País, te facilitamos el enlace. De igual forma, el artículo de nuestra profesora de programación Idoia Lobo, que refuta la idea que establece la conexión entre la programación y la mejora de las matemáticas.