¡Muy buenas a tod@s! Completamos una nueva semana de programación en el Colegio Caude de Majadahonda, donde nuestro videojuego del laberinto en Scratch va cogiendo forma y teniendo muy buena pinta. Tras dedicar la semana anterior a diseñar nuestro escenario y nuestros protagonistas, por un lado, y a la programación básica por el otro, en ésta nos tocaba convertir el proyecto en un desafiante reto marcado por los objetivos.
Más concretamente, en la sesión del martes repasamos uno de los conceptos clave de nuestro juego: el movimiento de los personajes y las diferencias de programación que existen entre nuestro protagonista y los enemigos que le impiden el paso. Y fue fantástico descubrir cómo habían calado tan bien esos conceptos que, aunque a simple vista parecen sencillos, a la hora de trasladarlos a la programación no lo son tanto. ¡Una prueba más de que son unos grandísimos programadores!
Pero habíamos establecido que nuestro laberinto debía ser algo más que un juego en el que avanzar desde un inicio hacia una meta y a ello dedicamos el tramo final de la clase del martes y toda la del jueves. Les propuse que nuestro protagonista debía evitar a los enemigos y que estos podían quitarle vida o devolverle al punto de inicio si le alcanzaban y que además, eran necesarios al menos tres objetos para poder superar con éxito nuestro completo laberinto.
¡Y se pusieron manos a la obra! Aquí fue donde pude comprobar de nuevo la capacidad de imaginación e invención que tienen mis alumnos. Cofres, llaves, diamantes, herramientas…Todo un sinfín de opciones que se pusieron a desarrollar siguiendo las pautas.
Ya estamos llegando al final de este desafío en forma de laberinto. Y lo mejor de todo es que lo estamos haciendo divirtiéndonos, programando de forma creativa y única, y explorando cada día más las posibilidades que Scratch pone a nuestro alcance.
¡Hasta la semana que viene, pequeños programadores!
Miguel Rolle. Profesor de Programación de ConMasFuturo en el colegio Caude de Majadahonda.