Esta semana han comenzado los Campamentos Tecnológicos de verano que desde hace tres años impartimos en ConMasFuturo. En su tercer día de clase, los niños ya comienzan a sumergirse en sus proyectos personales guiados de la mano de sus profesores. En este caso hemos hablado con Javier Castro, el profe que imparte el campamento de Unity y Arduino y nos ha contado sus primeras impresiones ahora que estamos en el ecuador de la semana.
¿Cómo se han desarrollado estos primeros días y qué tienes pensado para las siguientes clases?
Javier: Hemos aprendido a utilizar herramientas comunes en casi cualquier videojuego, no sólo a nivel de level design como crear terrenos, personalizar materiales o controlar un entorno en tres dimensiones, sino conceptos más avanzados de programación; conceptos que son útiles en cualquier ámbito de la programación, ya sean juegos, servidores o aplicaciones. He podido empaparlos de anécdotas interesantes sobre los orígenes de este mundillo, información que a mi entender, dota de alma a una enseñanza que en un principio sólo parece pura matemática (cosa que por desgracia, muchos traducirían como aburrimiento).
Mi principal objetivo es acabar el videojuego de naves, que tanto cariño he recreado de cero para ellos, y tengo la esperanza, de que si seguimos avanzando igual de rápido que estos dos días, pueda regalarles la experiencia de hacer otros juegos (más sencillos, eso si) durante la duración del curso. También quiero enseñarles Arduino, pero no me cabe duda de que si están aprendiendo los conceptos de estos días, el Arduino será una vaya muy pequeña que superar.
¿Los alumnos ya tienen conocimientos previos de estas tecnologías? ¿Qué tal se desenvuelven con ellas?
J: En general, los niños ya venían con algunas pequeñas bases de lógica y estructuración de programas. Unity es el siguiente nivel. Me ha sorprendido gratamente comprobar que el nivel general de la clase es muy superior al que me esperaba, y he podido explicar conceptos más difíciles de los que preví. Ninguno conocía ni Unity ni Arduino más allá de lo esencial, y creo que haber programado un juego desde cero en 2D y tener medio acabado un juego en 3D en tan sólo dos días, es digno de felicitación para todos mis alumnos. Me siento muy orgulloso de ellos.
¿Qué van a conseguir los alumnos al finalizar el curso? ¿Qué destrezas, conocimientos o habilidades crees que potenciarán los alumnos con este campamento?
J: Como mínimo, van a lograr programar por si mismos dos videojuegos más un mando hecho pos ellos mismos. Quizás no todos los alumnos se quedan con todos los conceptos bien grabados en sus memorias, pero dado que los juegos los están desarrollando ellos, y todo el código, así como todo el arte se lo van a llevar a casa, en futuros proyectos cuando no cuenten con mi apoyo, podrán recurrir a estos trabajos, recordar cómo lo hicieron y volver a ponerlos en practica.
Serán capaces de crear juegos de plataformas sencillos, lo suficiente, como para tener el “gusanillo” de querer hacerlos más complejos (pues ya me han inundado de preguntas de cómo podrían tal o cual cosa). Creo que ese entusiasmo es la clave de la programación, pues les obligara a buscar información por ellos mismos, y no hay mayor enseñanza, que la que uno adquiere satisfaciendo sus propios intereses.
Además, creo que potenciara su mente analítica, la capacidad de desglosar un problema, sea por código, sea un problema de la vida real, y ser capaces de solucionarlo por si mismos. Una habilidad critica en la sociedad en la que vivimos.
¿Qué objetivo persigues como profe con este campamentos de Unity y Arduino?
J: El desarrollo de videojuegos no es una enseñanza muy extendida dentro de España (o al menos, dentro de Madrid) más allá de algunos pocos centros como Conmasfuturo.com, y más aun en las épocas en las que yo era un niño sediento de conocimiento y entusiasmo por crear videojuegos. Se podría decir que imprimo un poco de mi en el futuro de esos niños y que, de alguna manera, gracias a mi esfuerzo, a los años invertidos frente a un ordenador y a mis horas de lectura, los niños puede llegar más lejos en menos tiempo.
También creo que los programadores somos personas que sabemos estructurar los problemas y solucionarlos, una habilidad francamente útil, no solo en los videojuegos, sino en la vida misma. Persigo el objetivo de hacer mejor personas a los niños, de hacer que sus mentes sean más rápidas y con ello que sus vidas enteras sea mas plenas.