Basándome en un estudio realizado a través de mi observación como docente de programación en el aula en Conmasfuturo, hoy en día puedo asegurar que el aprovechamiento del error en el aprendizaje es una herramienta más en este proceso.
Observo cada día, cómo alguno de mis alumnos me dice que no le funciona la aplicación o el juego que acabamos de programar y mi respuesta ante esto es:
– Repasa tu código.
Con esta sencilla frase, reto a una mente pensante a que encuentre el error y que lo rectifique: algunos lo encuentran antes, otros después. Pero lo importante es el momento en el que se dan cuenta de qué es en lo que habían fallado, estoy segura de que ya no volverán a caer en ese error.
La equivocación no es un objetivo o una meta, es un obstáculo que nos debe motivar a seguir aprendiendo y que se puede superar. Ésa es la sensación que debemos transmitir a nuestros alumnos.
En las clases de programación en el aula, animo a los chicos a que prueben el programa con el que vamos a trabajar. Creo que la curiosidad es una gran amiga del aprendizaje y sólo así se consigue una motivación para querer conocer esa herramienta. Si se confunden, no pasa nada, es una manera más de descubrimiento a través del ensayo: el aprovechamiento del error en el aprendizaje.
No hay aprendizaje sin errores, si no que a través de éstos penetramos en nuestra mente y en los mecanismos y estrategias para resolver los problemas.
Ya se sabe que el error ha contribuido al éxito de muchos descubrimientos científicos, por lo tanto, podemos asegurar que el avance del conocimiento científico progresa hacia el ensayo-error.
En mi opinión, el error fortalece los aspectos cognitivos del estudiante, le ayuda a comprender conceptos y a clarificar su mente, sobre todo si se detiene a solucionar dicho error. Si hay error, es que está habiendo práctica y por lo tanto está sucediendo el aprendizaje.
El error se da en todas las áreas de la vida, se dice mucho aquello de “somos humanos y, por ello, cometemos errores” y es que es parte del conocimiento experiencial y científico al que estamos expuestos durante toda nuestra vida. Concretamente, en la programación en el aula, creo que es algo fundamental que se dé, ya que ésa es la verdadera manera de construir una mente programadora.
Nuestro objetivo como docentes es que, para los alumnos, el aprovechamiento del error en el aprendizaje, no suponga un fracaso o un suceso desmotivador. Como guías de este proceso, debemos desarrollar en los alumnos y alumnas una actitud constructiva y creativa para poder reunir los conceptos erróneos, analizar sus efectos y transformarlos en aprendizaje. Incluso para saber compartirlos con sus compañeros y convertirles así en generadores del conocimiento.
El aprovechamiento del error en el aprendizaje debe tener un estatus de ayudante en este proceso.No debe llevarnos a una mala respuesta para el sujeto, ya que temerá volver a equivocarse, sino que se tratará de un proceso necesario por el que se debe pasar y que nos lleva a unas consecuencias mucho más positivas, como es el aprendizaje de esa materia o tecnología.
En mis clases de programación en el aula con Scratch, Moway, App Inventor y demás tecnologías, dejo tiempo libre para crear el videojuego que les apetezca, de esta manera planean un videojuego en sus mentes y deben llevarlo al ámbito de programación, haciendo que muchas veces se equivoquen.
Ya lo decía Thorndike cuando asociaba conductas de los animales a la respuesta que aparecía después. El animal aprendía qué debía hacer para que se diera un determinado efecto, por ejemplo, un gato encerrado en una caja aprendía que si daba a una palanca, ésta se abría y así podía escapar. Este tipo de aprendizaje se considera un modelo afín al estudiado por Skinner en el condicionamiento operante, en el que el sujeto repetía aquellas conductas que le conllevaban respuestas positivas y evitaba aquellas que le conducían a respuestas negativas.
Desconocemos hasta qué punto es útil el error en manos de un profesor experto que sepa sacarle el mayor provecho, pero estoy segura que un profesor que se precie en cualquier materia debe ser capaz de enseñar a sus alumnos el aprovechamiento del error en el aprendizaje: no son algo negativo sino parte del proceso de aprendizaje. No sirve de nada la frustración para nuestro principal objetivo, que es educar.
Susana Arab
Profesora de programación en el proyecto Conmasfuturo