Nunca pensé que el desarrollo web pudiera quitarle el sueño a mi alumnado, la palabra que mejor lo define es «ENTREGA».

Llegan a casa y no, lo primero que hacen no es hacer los deberes escolares o jugar a videojuegos, sino seguir desarrollando su página web. Hacen encuentros por la red a través del Skype para preguntarse dudas, se visitan las páginas unos a otros y esto es lo que más les gusta, que sus páginas vayan acumulando visitas, ya que tienen muy claro que el éxito de sus páginas web está en función del número de usuarios seguidores.

Este contenido está siendo muy interesante, no sólo a nivel de programación, sino  para conocer cuáles son las inquietudes de mi alumnado, saber a qué dedican su tiempo libre, qué tipo de contenidos comparten entre ellos y ellas: videojuegos, música, películas, etc. En definitiva, me permite asomarme a su mundo, y detenerme en indagar todo aquello que se me escapa de las manos y que mantiene ocupadas sus mentes.

Reviso los contenidos publicados en los artículos de sus páginas web y surge el gran debate: violencia en los videojuegos. Les lanzo las siguientes preguntas ¿Todo vale? ¿Dónde está el límite? ¿De verdad creéis que el número de seguidores de vuestra web irá en función de lo violentos que sean los videojuegos de los que habláis? 

En materia de contenido, hoy le hemos incorporado un logotipo a la página a modo de título, hemos incluido un módulo de imágenes aleatorias, nos hemos familiarizado con el gestor multimedia creando una carpeta con imágenes escogidas de Internet y hemos establecido el título de la página en las opciones de visualización del navegador. Todavía nos quedan muchas cosas por hacer para personalizar las páginas, pero poco a poco esto va tomando forma. Es increíble lo rápido que aprenden, a pesar de lo poco intuitivo que resulta este gestor de contenidos aprenden muy rápido y trabajan de forma autónoma.

Les encanta ver cómo las acciones que realizan en el back-end de Joomla se reflejan en el front-end.

¡Es como si hicieran magia!

Lidia Quiles, profesora de la extraescolar de programación en el colegio Montpellier.