Completamos otra semana en las clases extraescolares de programación del Colegio Nuestra Señora de las Escuelas Pías de Aluche, donde ya vamos rematando y puliendo los últimos detalles de nuestro Pac-Man y avanzando algo más en nuestro ambicioso proyecto final.
Si el pasado viernes trabajamos en gran medida las consecuencias de entrar en contacto con ciertos objetos, como por ejemplo ocurre en el clásico de los años 80 si Pac-Man toca puntos especiales, en esta ocasión quedaba por pulir detalles como la aparición y desaparición de objetos, cambio de apariencia y disfraces y los modos de juego multijugador.
Y es que hasta el momento sólo habíamos trabajado enfocando nuestro juego para el modo un jugador, por lo que nos tocaba reformarlo para hacerlo aún más completo. En este sentido, mis alumnos no tardaron en descubrir que la forma de hacerlo era a través de una de las herramientas más potentes y comunes de Scratch: los mensajes.
Pero esta semana hubo también tiempo que dedicar a nuestro ambicioso proyecto final. Muchos de mis alumnos ya se ‘pelean’ con los conflictos que en Scratch puede generar algo tan simple como es un salto o la trayectoria de un objeto lanzado hacia una dirección. ¿A qué recurren? ¡A las matemáticas!
Fue fantástico ver cómo descubrían que, desde los cálculos matemáticos y a través de ciertas fórmulas sencillas, conseguían los resultados esperados. Había que pensar y meditar, sí, pero lograban romper barreras.
Algo de lo que me siento muy orgulloso. Mis programadores y programadoras avanzan a pasos agigantados y ya poco más puedo enseñarles sobre Scratch. ¿Será un buen momento para dar el salto a una nueva tecnología?
¡Enhorabuena, chic@s!
Miguel Rolle. Profesor de Programación de ConMasFuturo en el colegio de Nuestra Señora de las Escuelas Pías de Aluche.